miércoles, 4 de mayo de 2016

Corresponsal es una palabra que no tiene género

Con motivo del 40 aniversario de su nacimiento, el periódico El País organizaba esta semana una serie de actos para poner en relieve sus cuatro décadas de historia. Entre las propuestas encontramos un debate entre cuatro de sus corresponsales más célebres: Ángeles Espinosa, Pilar Bonet, Macarena Vidal y Yolanda Monge, periodistas en el Golfo, Moscú, Pekín y Washington, respectivamente.

El Palacio de Cibeles fue el lugar elegido para acoger la primera edición de Mujeres corresponsales, una ponencia en la que el público, presencial y online, pudieron dirigirse a las periodistas para realizar preguntas y comentar aspectos acerca de la mujer y su papel en el periodismo.

Mujeres Corresponsales: la experiencia de cuatro periodistas
 El coloquio, moderado por David Alandete, director adjunto del diario, se centró en el trabajo de un corresponsal: ser testigo directo de la realidad y saber distanciarse de lo que está ocurriendo para saber contarlo con objetividad.


“¡Corresponsal! Yo no soy la corresponsal, soy corresponsal, hay que señalar que es una palabra que no tiene género”, arrancaba Pilar Bonet. Bonet es una referencia internacional, lleva desde 1980 cubriendo la información de Europa del Este y desde 1982 en Moscú. Durante el conflicto de Crimea en 2014, por ejemplo, fue la encargada de hacer llegar la información hasta nuestro país. 

Trabajar en lugares donde la desigualdad en materia de derechos es una evidencia, ha puesto en serias dificultades a estas corresponsales. “Ser periodista en los países en los que las mujeres tienen las libertades y los derechos restringidos es difícil para todos; hombres y mujeres. Pero las mujeres que llegamos de fuera somos como un tercer sexo, somos unas privilegiadas porque la mayoría de las veces no nos tratan como mujeres sino como hombres honorarios”, explicaba por su parte Ángeles Espinosa, que actualmente tiene su base en Dubai pero ha trabajado en países como Irán, Irak, Egipto o Emiratos Árabes.

Pese a esas ventajas sobre la población local, las mujeres periodistas deben ir en muchos casos acompañadas por un compañero varón para poder realizar su trabajo. Sin embargo, Espinosa asegura que muchas veces funciona olvidar el límite y lanzarte, de esta forma logró entrevistar al jefe del Gobierno talibán, por ejemplo. Asimismo, asegura que se preocupa mucho de dar voz a las mujeres en sus crónicas.

El resultado fue una charla en la que las cuatro mujeres dieron voz a sus propias historias, mujeres que salieron del país con la valentía de enfrentarse a un mundo totalmente diferente: nuevo idioma, nueva cultura, nueva gente, nuevas normas. Hora y media que adentró a los oyentes en un mundo desafiante y complejo. Corresponsales que cubren noticias en países donde informar está mal visto y a veces se paga con la cárcel o la muerte. Ser corresponsal y mujer a la vez, es aún más complicado.

Fin del coloquio de Mujeres Corresponsales

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