El legado de Julia Margaret
Cameron (1815-1879) llega a Madrid con una amplia exposición formada por más de
cien instantáneas de la fotógrafa inglesa, considerada como uno de los nombres
más importantes e innovadores de la fotografía del siglo XIX. Organizada por el
Victoria and Albert Museum de Londres en colaboración con la Fundación Mapfre,
la muestra está comisariada por Marta Weiss, conservadora de fotografía del
museo inglés, en conmemoración del bicentenario del nacimiento de la autora.
Por supuesto, Fotogenic-as no podía perder la oportunidad de hablar sobre una de las mujeres pioneras y más reputadas de la historia de la fotografía. Desgraciadamente en la exposición no se permitía hacer fotos, de modo que en cada apartado se incluyen enlaces a la página de Mapfre para poder disfrutar de las imágenes.
Por supuesto, Fotogenic-as no podía perder la oportunidad de hablar sobre una de las mujeres pioneras y más reputadas de la historia de la fotografía. Desgraciadamente en la exposición no se permitía hacer fotos, de modo que en cada apartado se incluyen enlaces a la página de Mapfre para poder disfrutar de las imágenes.
Entrada a la exposición de Julia Margaret Cameron |
Reconocida por la intensidad de
sus retratos, Cameron hizo posar ante el objetivo de su cámara a familiares,
sirvientes y amigos, entre los que se incluían escritores, artistas y
pensadores de la selecta alta sociedad británica. Amadas y odiadas a partes
iguales, sus fotografías rompen con todas las reglas establecidas hasta el momento
haciendo gala de técnicas poco convencionales que emplean imperfecciones como
arañazos, manchas y desenfoques como muestra del proceso creativo, que no
empañan sin embargo la belleza de sus composiciones.
“Aspiro a ennoblecer la Fotografía, a darle el tenor y los usos propios
de las Bellas Artes combinando lo real y lo ideal, sin que la devoción por la
poesía y la belleza sacrifique en nada la verdad.”
La exposición se abre con esta
afirmación de la fotógrafa, que reivindica el género como un arte. Las
aportaciones de Cameron fueron un soplo de aire fresco para el panorama
artístico del momento, que no siempre supo comprender sus novedosos y
arriesgados métodos. Además, su gusto por los retratos de corte artístico y su
modo de suavizar la realidad, haciendo un tratamiento individualizado de cada
obra, la convierten en uno de los grandes exponentes del Pictorialismo, la
escuela fotográfica que asume los rasgos de la pintura y los traslada a la
fotografía.
La muestra se encuentra dividida
en cinco secciones que sitúan las fotografías según su temática a lo largo de
dos habitaciones de aspecto sobrio. Con una luz tenue y colores oscuros en las
paredes, las imágenes enmarcadas destacan en la sala captando toda la atención
del espectador, que solo queda distraída durante el paso de una estancia a
otra, separadas en dos pisos mediante una escalera que rompe con la atmósfera
que la exposición consigue crear.
El apartado inicial se
corresponde con la toma de contacto de la autora con la fotografía, con la que
se topó de manera fortuita a los 48 años de edad cuando su hija y yerno le
regalaron una cámara para luchar contra el tedio de su día a día en un pueblo
llamado Freshwater, ubicado en la isla de Whire, lugar en el que se había
asentado la familia en 1860. Rápidamente se vuelca en la fotografía con una
energía y dedicación inagotables que le llevan a convertir su gallinero en un
estudio fotográfico. La artista comenzó así una prolífera época que pronto
vería su recompensa al ser expuestas varias de sus creaciones en el South
Kensington Museum de Londres, actualmente conocido como Victoria and Albert
Museum, apenas dos años después del comienzo de su aventura.
Precisamente bajo el título de "Del primer éxito al South Kensington Museum" se agrupan los tres grandes temas iniciales que le acompañarían a lo largo de toda su vida y en los que introduciría de manera ágil su peculiar estilo: los retratos, las madonnas y las fantasías con efecto pictórico.
Precisamente bajo el título de "Del primer éxito al South Kensington Museum" se agrupan los tres grandes temas iniciales que le acompañarían a lo largo de toda su vida y en los que introduciría de manera ágil su peculiar estilo: los retratos, las madonnas y las fantasías con efecto pictórico.
La muestra de las Madonnas son
representaciones de la Virgen María y el Niño Jesús que ponen de manifiesto la
ferviente religiosidad de Cameron. Madre de seis hijos y cristiana devota, la
fotógrafa pretendía captar imágenes que elevaran el espíritu y fueran
moralmente intachables como ocurre en La
sombra de la cruz (1865) o Devotion
(1863). Las fantasías con efecto pictórico, por su parte, tratan temas
alegóricos y narrativos inspirados en el arte renacentista y el medievo,
creando fotografías estéticamente muy similares a la pintura de la época, como Cupido y Psique (1865), que acarrearon
numerosas críticas por los artistas del momento.
“Electrizar y sorprender”
es el nombre de la segunda sección de la exposición que recoge la evolución de
la artista cuando comienza a trabajar con primeros planos de bustos de gran
tamaño y retratos de mayores dimensiones, menos precisos pero más penetrantes
emocionalmente, con la intención de captar los sentimientos de los modelos y
transmitírselos a quien lo observe. Con gran entusiasmo y poca modestia, la
fotógrafa escribía cartas al director del South Kensington Museum buscando el
reconocimiento que merecía su innovación.
“Le escribo para preguntarle si expondría unas copias de mi última
serie de fotografías con las que pretendo electrizar y sorprender al mundo.
Confío en que no sea una vana ilusión mía decir que ¡nunca se han hecho
fotografías como esta y nunca serán superadas!”
Las palabras de Cameron en una
carta al fundador del museo londinense dan nombre de nuevo a la tercera parte
de la exposición. “Fortuna además de fama” representa una época de precariedad
económica en la familia de artista en la que necesita obtener beneficios de su
labor.
“Gracias a su generoso préstamo de esas dos salas es probable que
consiga fortuna además de fama, pues una mujer con hijos que educar ¡no puede
vivir solo de fama!"
Con el
objetivo de añadirle valor a sus fotografías la artista comienza a autografiar
alguna de sus obras en las que aparecen figuras destacadas de la época como
Darwin o John Herschel intentando plasmar la grandeza del espíritu al mismo
tiempo que las facciones del rostro.
El esfuerzo y
la autocrítica consiguieron que la autora evolucionara durante toda su vida
dejando algunas obras para la posteridad que en su momento llamaron la atención
por sus supuestos fallos. “Sus errores eran sus éxitos” es la
cuarta sección de esta recopilación fotográfica que incluye obras tan
controvertidas como La mujer sunamita y
su hijo muerto (1865), que despertaron la crítica de sus contemporáneos.
Sin embargo, Cameron también tenía sus partidarios, quienes consideraban su
aprendizaje e innovación como un avance de la fotografía.
La muestra termina con una pequeña selección de
fotografías de autores coetáneos a Julia Margaret Cameron, entre los que se
encuentran Geoffrey Bevington, John Murray o Lewis Carroll. De esta forma queda
patente la novedad del trabajo de la artista, que contrasta notablemente con el
estilo clásico de los demás fotógrafos.
DESDE MI PUNTO DE VISTA...
FICHA DE LA EXPOSICIÓN
DESDE MI PUNTO DE VISTA...
El conjunto
de la exposición traslada a quien la visita a un ambiente de otra época gracias
a los tonos sepias de las fotografías y su aspecto envejecido y descuidado.
Sorprende descubrir que, ciento cincuenta años después de su primera
exposición, las fotografías de Julia Margaret Cameron siguen despertando la
curiosidad y el recelo de muchos espectadores, que no logran comprender las
innovaciones que la artista planteaba. Los arañazos, manchas y desenfoques son
fruto de una cuidada técnica aunque justo pudiera parecer lo contrario, y
denotan el trabajo previo, sumándole años e historias a cada una de las
instantáneas. El desenfoque, que en un primer momento puede parecer violento,
termina por convertirse en agradable a la vista de los espectadores, que
descubren nuevos matices en cada foto según avanza el recorrido.
La
incorporación de otros artistas enriquece la exposición al permitir una rápida
comparación entre dos formas muy diferentes de hacer fotografía. De esta forma,
es imposible dudar del carácter pionero de Cameron en esa época, que consiguió
convertir un pasatiempo propio de una mujer bien posicionada socialmente en un
estilo diferenciado de novedoso arte.
FICHA DE LA EXPOSICIÓN
Julia Margaret Cameron
Fotografía s. XIX, Inglaterra
¿Dónde?
C/Bárbara de
Braganza 13, Madrid
Sala de
exposiciones Mapfre
¿Cuándo?
Del 15 de
marzo al 15 de mayo
Lunes 14:00 -
20:00; Martes - Sábado 10:00 - 20:00; Domingos y festivos 11:00 - 19:00
¿Cuánto?
Entrada 3€; Lunes
gratis
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