De las 100 imágenes que propone la revista TIME como las más
influyentes de todos los tiempos me quedo sin duda con la de Betty Grable ya
que, al contrario que la mayoría de las fotos de la lista, esta tiene un
espíritu alegre.
La instantánea fue tomada en 1943 por el fotógrafo Frank
Powolny y rápidamente se convirtió en un icono de la feminidad. En aquella
época Betty era una de las actrices más famosas y mejor pagadas de Hollywood, y
su foto se extendió entre las filas de los soldados norteamericanos que
luchaban en la Segunda Guerra Mundial. Betty era una mujer segura de sí misma,
transgresora y diferente al resto, de ahí el mito que ha llegado hasta hoy en
día.
Pero si hablamos de feminidad lo primero (mejor dicho ¡la
primera!) que nos viene a la cabeza Marilyn Monroe. Símbolo del siglo XX, esta
actriz marcó una época y dejó un legado que ha llegado hasta nuestros tiempos.
Sus sesiones de fotos con ropa blanca y en bañador son de sobra conocidas en el
mundo de la moda.
De algún modo ambas están conectadas, no hay más que ver su
parecido físico (tanto, que más de uno atribuye la primera foto a Marilyn) y su
similar carrera artística, de hecho trabajaron juntas en alguna película. Pero
fue la personalidad de ambas lo que las alzó hasta la cima, transformándolas en
referentes de estilo.
Las similitudes entre ambas fotos salta a la vista: imágenes
negro en las que aparecen dos mujeres felices, rubias de ojos azules, en un
traje de baño blanco. Además, la pose es prácticamente idéntica, por lo que en
seguida una recuerda a la otra. Aunque hay más de una década de diferencia
entre ambas imágenes, se aprecia una misma tendencia tanto en pelo como en
vestuario, solo pudiendo señalar como diferencias los tirantes del bañador, los
tacones de Betty y la sombrilla de Marilyn. La segunda foto corresponde a la
campaña de ropa de baño de Pirelli, en el año 1952 y está tomada a color, mientras
que la primera es a blanco y negro. Asimismo, una está hecha dentro de un
estudio fotográfico y la otra en un exterior, concretamente en una playa para
ambientar mejor la sesión publicitaria.