miércoles, 30 de marzo de 2016

Educar en la igualdad

Vanesa es profesora de educación infantil. Trabaja en un colegio de la sierra de Madrid impartiendo clase a niños de 5 años. Nos cuenta que es feliz haciendo su trabajo junto a sus compañeras, y sí, habla en femenino porque no comparte la profesión con ningún hombre.

Educando en la igualdad
Tradicionalmente, la educación infantil ha sido calificada como un trabajo de mujeres. "El origen de esta profesión está en las madres que enseñaban a leer y a escribir a sus hijos en casa, más tarde se profesionalizó y las primeras generaciones de maestras fueron exclusivamente femeninas", explica Vanesa.

Esta realidad se mantiene hasta la actualidad, donde el porcentaje de profesoras es muy superior al de su homólogo masculino, especialmente en la etapa de educación infantil. Vanesa recuerda cómo en sus años de facultad había "un chico por cada 20 o 30 chicas", algo que se traslada hasta el ámbito laboral. En su lugar de trabajo, convive exclusivamente con otras 6 educadoras, no hay ningún hombre.

Intenta no darle importancia a este hecho: "será que a las chicas nos tiran más los niños que a los hombres... pero no creo que nadie discriminara a un chico por dedicarse a la educación infantil".
Educando en la igualdad
Es consciente de la importancia que tienen estos primeros años de educación en los pequeños, pues van a absorber cualquier comportamiento o gesto de sus adultos de referencia. Por eso para ella es fundamental que sus alumnos aprendan a tratarse como iguales, independientemente de si son niños o niñas.

Según su propia experiencia, los niños son un reflejo de lo que ven en sus casas, y por suerte cada vez más familias conviven en una situación de igualdad de géneros, en la que los roles domésticos son asumidos por cualquier miembro de la pareja, sin distinción entre hombre o mujer.

"Con 5 años aún son muy pequeños para darse cuenta de algunas cosas, pero ya saben que los niños y las niñas no son iguales. Sin embargo, los pequeños no lo ven como algo negativo, sino todo lo contrario: encuentran lo bonito en sus diferencias", dice orgullosa de sus alumnos.

En cuanto a la necesidad de incluir asignaturas de Género en el plan de estudios escolar Vanesa opina que es innecesario. "Cuando sean mayores ya tendrán tiempo de estudiar cuestiones sobre Género, por ahora basta con educarles en la igualdad; así cuando crezcan no harán falta ese tipo de asignaturas porque ya habrán creado una sociedad más equitativa", finaliza.



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